Cortinilla

Hoy he salido a la calle de una ciudad contingente, el tiempo socava en presente lo propio pulido al detalle. Caras de nécora y hueso posando en colosos tablones y venga de nuevo elecciones después de un nutrido congreso. Escrito prosaico en faldones, unidad, democracia y progreso, y yo me pregunto por eso, si mejor no estaría en la playa, llevando una vida canalla, con una que este como un queso, leyendo a Platón o a Celaya, fumando pitillos con si eso. Hoy he salido a la calle de una ciudad estridente, es natural que la gente de vez en cuando se ralle. Porque se riñe por poco y se discute por nada y es fácil volverse loco, llevarse alguna cornada. En este país que ya huele, de patria chica y corona, de gente tan lista y muy mona que se prodiga en la tele; tener tribuna en los toros es cuestión de entrenamiento, sudar Chanel por los poros y que te importe un pimiento. Hoy he salido a la calle de una ciudad permanente, es de cajón que la gente de vez en cuando se explaye. Hay una vida sencilla, otra colmada en exceso, unos por la calderilla y otros se llevan el grueso. Por eso si nadie te pilla y si no te llevan preso, hasta que te quedes tieso, si es por eso cortinilla. Hoy he salido a la calle de una ciudad contingente, es natural que la gente de vez en cuando se ralle.