Acuarela

Dime si no es amor, lo que la luna nos deja, cuando la noche se aleja y amanece de rigor. El sol clarea de frente sobre la vasta espesura, de un mar de plata y bravura y un cielo azul transparente. Dime si no es vida mía, este sueño una quimera, una hermosa primavera de agua clara y fantasía. La nieve tapiza la cumbre de la imponente montaña y allá una breve cabaña, junto al prado y una lumbre. Dime si no es preciosa, la aurora por la mañana y si lluviosa y temprana, más gracia dará a la rosa. El bosque animado y frondoso, se nutre a la orilla del río, bañando un castaño al rocío que entre la niebla es hermoso. Que derroche de colores, que tratado de armonía, que infinita sinfonía de aromáticos olores. Dime mi alma por ventura, no sea en vano todo empeño, que la vida no es un sueño, ni el amor una locura.